• Diario Digital | sábado, 07 de septiembre de 2024
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Internacionales - Estados Unidos

Presidente del fútbol de Colombia sale libre bajo fianza tras atacar a agentes de seguridad en final de Copa América

El acta de la detención es clara y contundente: Jesurún y su hijo fueron detenidos por agredir a tres oficiales que estaban encargándose de la seguridad en el estadio finalista.

Ramón Jerusún copia
Foto EST/Cortesía
Presidente del fútbol de Colombia sale libre bajo fianza tras atacar a agentes de seguridad en final de Copa América

Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) y su hijo, Ramón Jamil, salieron libres bajo fianza luego de que fueron apresados y trasladados a un centro de detención el pasado lunes 15 de julio a las 12:30 de la madrugada tras protagonizar un ataque a miembros de la seguridad del Hard Rock Stadium, en Miami Gardens, tras la caótica final de la Copa América organizada por la Conmebol, el ente rector del fútbol suramericano.

El acta de la detención es clara y contundente: Jesurún y su hijo fueron detenidos por agredir a tres oficiales que estaban encargándose de la seguridad en el estadio finalista.

“El 15 de julio de 2024, en la copa de fútbol en el Hard Rock Stadium, a las 00:20 horas, el partido de fútbol Colombia versus Argentina acaba de terminar”, comienza el documento. Y sigue: “El señor Ramón Jamil Jesurún Jr. (acusado número 1) y su padre, Ramón Jesurún (acusado número 2), eran patrocinadores de este evento. Ambos sujetos caminaban hacia la entrada del campo (túnel sur, cerca del Club Gallagher). A la seguridad del estadio (Best Security) se le había encomendado la tarea de garantizar la seguridad de los peatones en el túnel y ayudar con una eficiente entrada y salida para las funciones después del partido. Durante este tiempo, la dirección de Best Security dio instrucciones al señor Jakari Shaw, que trabajaba como oficial de seguridad con un uniforme claramente marcado con el emblema de la empresa de seguridad, que retuviera temporalmente a los peatones para que no entraran al siguiente tramo del túnel”, cuenta la crónica oficial por la cual ambos fueron detenidos por las autoridades de Miami.

Y continúa: “El señor Jakari Shaw (víctima número 1) se dirigió verbalmente a la multitud para que esperara y se mantuviera a la espera, entre los que se encontraba el señor Ramón Jamil Jr. y su padre, quienes estaban con amigos y otros patrocinadores. Cuando el señor Shaw los retrasó temporalmente para que no pasaran del acceso, ambos acusados se enfurecieron y comenzaron a gritarle. El señor Jesurún Jr. se acercó agresivamente a Shaw y le gritó a escasos centímetros. El señor Jesurun padre también se acercó y empezó a gritarle a Shaw. El señor Shaw les pidió que se apartaran. Cuando el señor Jesurún Jr. no retrocedió, el señor Shaw colocó una palma abierta sobre el pecho del señor Jesurún Jr. para guiarle hacia atrás. En ese momento, el señor Jesurún padre se adelantó, enfrentó a Shaw y lo empujó”.

El relato muestra la ira desmedida que tenían dentro los protagonistas, como la falta de organización por parte de la Conmebol, organismo del que Jesurún también es miembro como representante ante la FIFA. Fuera de sí, “Jesurún Jr. le agarra por el cuello a Shaw y le tira al suelo. Inmediatamente le propinó dos puñetazos que impactaron en Shaw, que estaba tendido en el suelo. Luego, volvió a acercarse a la víctima agresivamente, que seguía tendido en el suelo, de espaldas, y le dirigió una patada directa a la cabeza del señor Shaw, que impactó de lleno”.

En ese momento de violencia salvaje por parte de los Jesurún, hizo su entrada la oficial Daphne Aguste, la segunda de las víctimas de los patrones del fútbol colombiano. “Se acercó al incidente en un esfuerzo por separar a los acusados de la víctima. Inmediatamente, Jesurún Jr. gritó y empujó a Aguste con sus manos. Luego se acercó nuevamente, levantó su puño derecho de forma agresiva dispuesto a golpearla en el rostro. En ese momento, en lugar de golpearla, la sujetó con sus manos y comenzó a empujarla y zamarrearla”, detalla el acta.

“En ese momento, varias personas desconocidas de la multitud que les rodeaba empezaron a retener al señor Jesurún padre de reanudar el agresivo altercado físico. El señor Jean Garoute (víctima número 3), que es parte de Best Security, y que llevaba su uniforme y un emblema claramente visible, intentó ayudar a calmar la situación. El señor Jesurún padre continuó empujando y mostrándose combativo y terminó golpeando a Garoute, lo que causó que se le saliera el gorro reglamentario”, indica el documento.

Momentos después, la Policía detuvo a los agresores, que permanecían fuera de sí, y fueron trasladados al Turner Guilford Knight Correctional Center de Miami, donde pasaron varias horas, fueron uniformados con un mameluco naranja, como los criminales ordinarios, hasta que finalmente pagaron la fianza fijada por la corte y recuperaron la libertad. Juntos, retornaron a su lujosa vivienda con vista al mar en el edificio The Metropolitan, sobre la avenida Brickell, en Miami.

"Mi credencial decía: acceso total"

Luego de recuperar la libertad bajo fianza, Jesurún intentó justificar su violento accionar. “Mi credencial decía acceso total”, señaló, como principal argumento ante los medios. El pope del fútbol colombiano estaba acompañado además por su hijo, que no cumple rol alguno en la federación colombiana y quien se mostró más exaltado durante los disturbios posteriores al partido de la final en la que Colombia cayó ante Argentina.

Como consecuencia de su accionar, el presidente del fútbol colombiano estuvo ausente durante la premiación de los equipos, donde él tenía que entregar la medalla al segundo puesto a la selección de Colombia, uno de los mejores equipos del torneo continental disputado en Estados Unidos y organizado por Conmebol. Su ausencia no pasó inadvertida y fueron muchos los rumores que comenzaron a circular tras su falta. Sin embargo, pocos sabían que el dirigente estaba tras las rejas y siendo fotografiado por las autoridades policiales de Miami.

Hasta el momento no se conoció una condena pública de Alejandro Domínguez -como máxima autoridad de Conmebol- sobre el violento accionar de uno de sus más próximos colaboradores en el organismo rector del fútbol suramericano.

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