El especialista en agricultura sostenible y en temas ambientales, Juan Marco Álvarez, consideró que el zoológico no debe ser administrado por un gobierno que no tiene capacidad de dirigir los grandes temas de nación, y que debería ser administrado por manos privadas para que cumpla el rol que deben cumplir todos los zoológicos del mundo, que deben ser educativos, investigativos, y de protección y reproducción de alguna especies.

“Lo mejor que le puede pasar a Gustavito es que todos los miembros del gabinete de gobierno renuncien por dignidad”, escribió Álvarez en su cuenta de twitter, entre otros mensajes que dirigió al gobierno.

Gustavito era el único hipopótamo que tenía el país pero murió en circunstancias no esclarecidas el pasado domingo mientras se encontraba en su recinto. Por si fuera poco, las autoridades de la Secretaría de Cultura, Secultura, no se ponen de acuerdo en ofrecer una versión final de los hechos.

En cuanto a la labor del ministerio de Medio Ambiente, Álvarez defiende que debe estar dirigido por una persona con capacidad de negociación y discernimiento técnico y gerencial para convencer al gabinete que las inversiones en medio Ambiente representan bienestar económico y social, que contribuyen a la reducción de vulnerabilidad y que además vuelven al país más competitivo, dijo.

En su cuenta de twitter usted se ha referido duramente a la administración del Ministerio del Medio Ambiente, llamándole “animales” a los que dirigen no solo este ministerio, sino el resto del gobierno. ¿Sus declaraciones se deben a un momento en el que se sintió indignado o aún las mantiene?

Lo que dije fue un reflejo a lo que pasó con Gustavito y lo dije de manera general pues definitivamente hay incapacidad de gestión, de administración en todo nivel en el gobierno, por ahí iba mi tuit. La incapacidad existe todavía, la estamos viendo desde la gestión de parques nacionales hasta la presentación del presupuesto desfinanciado, y la mala administración se ve por el lado de Salud, y puedo continuar hasta el infinito con eso, señalando todas las áreas del gobierno.

¿No le han criticado que su tuit puede parecer ofensivo?

Ese tuit no me parece ofensivo, he leído otros que de verdad son ofensivos, lo que escribí debe interpretarse como un señalamiento a la ineficiencia, a la incapacidad de gerenciar de los personeros de gobierno y también a la falta de querer ser ayudados. Esa es una gran debilidad del gobierno actual, que no pide ayuda técnica, no pide ayuda en general, no quieren ser ayudados quizás porque ya lo saben todo. Eso lo dicen los tanques de pensamiento, las ONG, que al gobierno no le interesa ser ayudado.

Ya que usted ve una fauna dirigiendo el Estado, ¿cuál es la especie que predomina?

(Hay risas) La idea no es hacer chiste, yo no quiero hacer chiste de un tuit que al final para mí fue serio, si la ministra (de Medio Ambiente, Lina Pohl) quiso utilizarlo como para irse por la tangente, eso es otro rollo.

Vamos al tema del parque zoológico y lo que ha pasado con Gustavito, que ha indignado a los salvadoreños. ¿Tiene sentido seguir manteniendo un zoológico?

No bajo las mismas condiciones. Si se quiere seguir manteniendo el parque zoológico se necesita buscar socios que contribuyan económicamente y técnicamente a la mejora y manutención de los animales que lo habitan.

¿Cuál es el papel de los zoológicos? Mucha gente ha replanteado que el nuestro no debería existir.

Los zoológicos cumplen una función educativa principalmente, pero también los hay de clase mundial como en Estados Unidos y algunos de Europa que contribuyen a reproducir vida silvestre amenazada o en peligro de extinción para reintroducirla a su hábitat natural. Pero la función principal de un zoológico es educar a la población sobre el valor de especies nativas del país donde está ubicado y especies exóticas también como en este caso el hipopótamo Gustavito.

¿Responde nuestro zoológico a esa labor didáctica que deben cumplir estos espacios?

Lo que yo veo con la gestión del zoológico es que siempre ha tenido debilidades en la parte de la administración, de la gerencia como tal. La cuota de ingreso es muy baja a lo mejor para darle accesibilidad al salvadoreño para que acuda, pero al final los recursos deben ser suficientes para reinvertirlos, para mejorar las condiciones de los animales. El nuestro está mal administrado.

Lo que sé es que un zoológico bien manejado requiere primero cobrar una tarifa que se reinvierta al cien por ciento para mantenimiento, salarios, contratación de veterinarios especializados en diferentes animales, o tiene que tener alianzas con organizaciones que brinden soporte a animales específicos, universidades que hagan investigación, que reproduzcan vida silvestre en algunos casos para la introducción en áreas protegidas, un papel que el zoológico nacional no ha jugado en El Salvador.

Se requiere mucho dinero para mantener en condiciones óptimas un zoológico y en eso este ha faltado.

Entonces así, en las condiciones en que está ¿pierde sentido?

El zoológico tiene sentido solo si tiene un plan de negocios. Al final el zoológico es una empresa que tiene ingresos y tiene gastos. Se necesita ver cómo cubrir recursos y en un gobierno como este que ha demostrado claramente incapacidad en el manejo del dinero, definitivamente estamos en problemas. Se necesita buscar más socios que aporten o concesionar el zoológico para que un ente privado lo maneje. Esa puede ser una opción porque no veo la otra opción que esto quede en manos del gobierno, imposible, imposible.

Tiene sentido siempre y cuando tenga presupuesto suficiente para tener veterinarios de buen nivel, alimentación, e infraestructura adecuada, pero así como está el zoológico es la muestra más evidente de un mal gobierno.

¿Habría que replantearlo después de la muerte de Gustavito, el hipopótamo?

Definitivamente. No puede seguir bajo las condiciones actuales, siendo administrado cien por ciento por el gobierno, no puede seguir. Las estadísticas de muerte de animales en años pasados vienen demostrando que los recursos asignados al zoológico siempre han sido débiles.

Y el ministerio del Medio Ambiente ¿qué está haciendo?

Desde una perspectiva ambiental, la muestra más evidente de cómo se está mal administrando la labor del gobierno son el abandono de las áreas protegidas por ejemplo, que representan el patrimonio natural de un país. El estado de abandono de las áreas, la cacería rampante dentro de esas áreas, aniquilación de la flora y la fauna, los incendios descontrolados que queman el hábitat natural, ahí hay un ejemplo específico relacionado con la gestión del medio ambiente.

La ministra ha mostrado incapacidad en la gestión de las áreas protegidas, y refleja que tiene debilidades técnicas. Medio Ambiente debe velar por Ley por la conservación de la vida silvestre, por mandato de ley tiene que salvaguardar el hábitat de nuestra vida silvestre y no lo está haciendo.