El Juzgado Décimo de Paz de San Salvador, en un procedimiento abreviado, condenó a tres años y cuatro meses de prisión a un vigilante que fue sorprendido, armado, en estado de ebriedad y causando alboroto en su lugar de trabajo.

Francisco Rivas, de 54 años, fue capturado el 10 de mayo pasado, en la 39a. avenida norte y calle Los Pinos, en la urbanización Universitaria, de San Salvador, luego de que fue encontrado bajo los efectos del alcohol por agentes policiales.

Las autoridades aseguraron en el momento que habían recibido llamadas de denuncia acerca de un vigilante de un negocio de ese sector que se encontraba haciendo desórdenes.

Al llegar los policías, encontraron a Rivas con una escopeta en la espalda y causando alboroto. Uno de los agentes logró quitarle el arma y lo aprehendieron. A Rivas lo sometieron a una prueba de alcoholemia y resultó con 212 grados según el dispositivo de alcotest.

Aunque Rivas poseía la documentación legal correspondiente para la escopeta Maverick calibre 12 milímetros, utilizada para prestar servicio de seguridad, esta fue decomisada debido a su uso irresponsable.

El vigilante fue declarado culpable de tenencia, portación y conducción ilegal o irresponsable de armas de fuego.